«se sygue el daño o el prouecho. De·la vanagloria se lee en las Vidas de·los Santos Padres onde dize, que vna vegada se aconpaño vn angel con vn ermitaño, e andando por el camino encontraron vn cauallo muerto, que coruptamente fedia, e el ermitaño començo·se fuertemente a estrenir las narizes, e el angel ninguna cosa non se curaua. E andando mas adelante fallaron vn jardin en·el qual avia gran multitud de donas. Entre»