«las cargas para que leuasse en Alexandria: lo mismo hazian de nuestra ropa. Dende partiendo nuestro camino a mano drecha touimos vna montaña muy fertil de palmas llena y de·la otra yzquierda vn campo hecho salinas: porque creciendo el rio de Nylo haze se toda su agua sal quanta en este llano se queda con las caluras terribles del sol que la recuezen: y assi es blanca toda la region como neuada. Este camino presto»