«ti se cargue la culpa de todo nuestro yerro, porque nuestro es el cuerpo y tuyo es el espiritu que le mueue, y si esta escusa no te satisfaze tiende tu señor la mano y toma la ymyenda tan crescida por que la penjtencia nos quite la carga del peccado, y tan ignocentes nos torne que la gloria que para los biuos apareias con ellos los peccadores satisfechos se aposienten, y mira señor como tu has esta»