«tan desyguales que no podian ni querian fallar les el cabo ni cansauan de siempre le mas loar festejar acatar y mucho le mas seruir: los aparejos de reales manjares que le fizieron fueron tantos y tales que no tienen cuenta: los atauios de·la sala real fueron tan ricos y de precio tan grande que no tienen cabo: pues los tineles tan preciosos y nobles assi de plata ricamente labrada bien como de oro: los tan»