«el coraçon e faze fructo en su lengua. Tomat las perlas de la mar, e el oro de la piedra, e el saber que dizen los sabios. Son a las costunbres asy como los fissicos de los cuerpos. Conviene al sabio que todas mañanas vea su cara al espejo, e sy es fermosa, non la quieras ensuziar con malas obras, e sy es fea, non quieras ayuntar dos fealdades en vno .»