«las tristes mugeres que jamas de ser requestadas obieron ventura, y muchas vezes hazia el oio senyales de su desseo mas como lo avia de callar la lengua ellas havnque lo entendian dissimulauan no entender los, asi que muchos cuytados passauan ayuno y abstinencia mal su grado, y las que de aquella tal dolencia avian conoscimyento quyen lo avia passado holgando·se en ello tomauan vengança, asi que para vnos era la ley prouechosa y para otros»