«la voluntad de peccar; ca luego conosçido de·la tu serenidad el mandado, humildes a ti venimos, aquel que del peccado le pesa declara mas querer no hauer pecado que penitensia faser. E si en alguno somos culpantes, tenidos por libres somos de maliçia. A·los thebanos, no solamente mesquinos mas de misericordia dignos, en nostra cibdat recebimos, no como enemigos tuyos mas como de tanta victoria de ti reliquias, e»