«mi señor mientra yo aparejaua de comer en·la cozina lo que conuenia: rogue a·mi señora que vn poco mirasse por que non comiesse el perro lo que estaua puesto en·la mesa: e mi señora dixo non cures que ahun mis nalgas tienen ojos: e yo fallando la como veys dormiendo calladamente le descubri aquellas partes: por que los ojos que tenia en·ellas pudiessen ver la mesa puesta. Entonces dixo el philosofo:»