«a ella primero miran los tan prosperos: gozosos y ojos tan dulces: assi del cielo estrellado como de·los siete cielos de·los siete planetas: porque desde el poniente es cierto que comiençan todo su mouimiento: su curso y fauor: que a otra parte ninguna: y assi comiença de Hespaña bien como de cabeça y principio del mundo. Los ciento ochenta grados que se cuentan por los astrologos desde el comienço fasta el fin»