«que por esperjençia muy çierto tenia. Mas las discretas senyoras con·la spia del discreto pensamjento por los autos pasados acostumbrados d·aquel yzieron presentes los por venjr. Y con·la tan çierta avisaçion delibero la madrastra que el danyo mas que a njnguno de todos tocaua. Olbidando las femenjles fuerças en forma de paie con vna pequenya carta de·la senyora para el enamorado con desygual llanto de·la fija partio: deçendiendo por aquella misma ventana»