«la duquesa de otra parte viendo que el rey siempre va ganando y que resistir no le puede recurre al sancto padre suplica·le con ahinco grande que mande su sanctidad socorrer·la: papa Eugenio entonçe saca gente y da sueldo y enbia con tres mil de cauallo y otros tantos a pie al patriarcha de Aquileya que dezian el cardenal don Johan Vitelisco: luego en llegando el conde Jacobo se ayunta con el: el poder de los»