«al noble conde de Alperche vn callejon entero que llamaron de su nombre y llaman ahun el calliço de Alperche: repartio por otros caualleros de grandes heredamientos possessiones y de ricas y alegres alquerias: que llaman otros añazeas: dio tantas y tan magnificas casas y tan dadiuosamente se houo con todos que todos los enriquecio: todos los dexo tan pagados y contentos que no sabian sino siempre loar·le: llego en·este medio la triste y»