«aquel fuego, ninguna razon ni palabras abastan a explicar·lo. Que faremos ende? Que responderemos? Ninguna cosa haura ende sino abatimiento de dientes: sino ahullidos: e llantos: e tardia penitencia: cessando los remedios de quada parte: e cresciendo las penas. E aquel fuego como no tiene natura de acabar: e gastar del todo: assi ni de alumbrar. E es vn fuego escuro: e es la llama negra»