«la reyna que estaua muy llorosa y triste por tan gran desauentura como le hauia seguido: y despues de la hauer consolado y puesto en mucha esperança que nuestro Señor le daria remedio pregunto le que si Dios la escapaua de tan esquiua y desonesta infamia y tan espantosa muerte y la restituya en su honra y fama como de antes estaua: que que faria ella entonce por Dios? Y como respondiesse la reyna que no hauia cosa»