«y que fasta en·las puertas de·la ciudad le hauian muerto y catiuado tantos infieles que el espanto de solo su nombre le tenia como asonbrado: acordo seguir la victoria y poner su diligencia y esfuerço en echar de·la ciudad la morisma: y ensalçar en·ella el acatamiento de Cristo: llamo todos sus prelados y caualleros: y conuido los magnificamente al excellente immortal conuite de·la fama: ofrecio·les manjares de gloria perpetua»