«la tierra sancta la qual a muy grande verguença y daño de·los christianos biue catiua. Sean dissipados y destruydos aquellos infieles que quieren batalla con la christiandad por que ocuparon nuestras propias tierras y tienen catiuos a nuestros hermanos debaxo el yugo de seruidumbre: quieren ser señores de nuestras vidas y traer a nada nuestro imperio de·la fe de Christo. Endreçad christianos alla vuestras lanças biuan esforçados vuestros coraçones quando tomardes con ellos batalla: porque»