«tan de muerte de·los que tiran tan con yerua: como los tan ponçoñosos reprehendedores de agora que no perdonan ni atreguan a persona que maliciosa no sea y conforme con su vileza: ni suffren que otros suplan el defeto que en·ellos hay: ni consienten que por ellos ninguno passe sin ser mordido. Ya si fueran canes que de rauia sola muerden mas que roen los huessos: y siempre fazen sangre diera yo lugar a»