«vuestras manos señor encomiendo mi espiritu que vos le redemistes con vuestra sangre preciosa: como dios de verdad reclamo señor la misericordia vuestra: reclamo los infinitos meritos de vuestra muerte y passion: suplico·s que aquellos suplan el defecto de mis seruicios y que sea mi alma recebida en vuestro reyno para que siempre vos alabe y se farte de vuestra gloria. Reclamando d·esta manera a nuestro señor Dios entre muchas sanctas y deuotas orationes enbio»