«del imperio nacio de la fuente de piedad: por ley vedando que si alguno infante matasse de capital y cruda sentencia fuesse punido: pues ya seria gran crueldad y sinjusticia que nos cometamos en los propios fijos lo que defendemos en los ajenos: que aprouecha ganar victorias de las estranjeras crueles naciones si la crueldad es vencedora de nosotros mismos? Vencer aquellas es fuerça de manos que hazen los pueblos en·las batallas: vencer los vicios»