«si ella no consentiendo el querer d·aquel cridando se causaua temor en l·anjmo suyo e d·aquel dexar se su empresa: no serjan perdidos todos nuestros trabaios? Dixo la madrjna. Sy bien mirays a·lo que delante dixe a ese jnconuenjente ya tengo proueydo: quando te dixe qu·el enamorado que·la vidua a seguir huujese fuese dispuesto y anjmoso porque los tales satisfazen a estos dos respetos: el prjmero que dispuesto qujere dezir»