«piadoso para tu suerte de tu herencio: que los estraños aca no digan donde esta el dios del pueblo cristiano. Sea vengada contra los infieles enemigos ante nuestros ojos toda la sangre que derramaron de tus seruidores: parezcan delante de tu conspecto los grandes gemidos de tus pobrezillos. Manda señor segun tu potencia todos los fijos de·los homicidas que nos persiguen: da les el pago por siete tantos porque blasfemaron de tu sanctidad. Nosotros»