«las esperanças del parayso en tantos deleytes todos le siguieron y se confirmaron como bestiales en su mala secta: dende nacio que fue vencedor este maldito contra la gente del rey de Persia y que sobre todo les offrecio los deleytes grandes del parayso: assi que andauan en la batalla tan encendidos como si houieran de saluar sus almas tenian el ojo puesto en las huertas de·los persianos que se precian en·los tener muy adreçados: y»