«dio tan abierta señal de su clemencia y virtud que perdono por entero al conde don Vgo conde de Ampurias que le tenia tan ofendido y tan enojado que fasta por los letrados fue reconocido y juzgado que merecia segun los delictos grandes que el processo tocaua no solo perder el condado y los bienes mas la vida y persona: y assi los caualleros tristes amanecieron otro dia mañana delante la tienda real entraron ante el rey y tendidos ante»