«el infierno me guardes: e me escondas fasta que passe tu saña. Por·cierto tanta sera entonce la crueza del juez: que no se podria dezir: ni exprimir: ni pensar. Ca todos los juhizios hauidos dend·el comienço del mundo sobre los hombres: son como centellas: e purnas en respecto de·la furia: e saña que exercera nuestro señor en·este juhizio. Ahe quan estrecho verna e terrible al juhizio:»