«al conde Lastigio. E quando el entendio que su enemigo mortal venia tan solo, sin armas, de continente mando que fuesen ençendidas munchas antorchas, e fue·lo a reçebir fasta la puerta, e quando Ypolito fue dentro e vio Listigio, fue·se corriendo a lo abraçar e besar diziendo: o dulçe hermano e amigo mio muncho caro, yo te ruego dulçemente que tu me quieras perdonar todo el mal que yo te he»