«con el terror de·la virtud. Es cierto que vuestra dignidad y mando han de abraçar la defension de·la yglesia: guardar las viduas y los pupillos refrenar los malos tiranos del pueblo: a cada vno hazer su drecho: librar los que fuerça tiene opremidos a los miserables prestar ayuda y no çuffrir que por el vuestro consentimiento alguno pueda ser contristado: bien proueer o refrenar lo venidero: bien castigar los adulterios los impios y»