«peligroso, todo asy la vergueña e la moderança non dexa ninguna fealdat, saluando·la de toda cosa suzia. La honestad es como el buen marinero que gouierna el timon, con el qual faze andar la nao por derecha via con fuertes tienpos, la honestad con la moderança en todas las cosas buenas e bellas e razonables. De·la moderança desçiende la cortesia. Dize Persiano: de·la cortesia desçienden tres cosas: la primera»