«la madre no la fagays nuestra. Qual hombre es tan sauio que de vuestros enganyos pueda guardar se? Y vuestros pensamientos buscan grandes cautelas: que de quien mereceys pena pediys gualardon: mas si soys poderosas contra quien desamays es vuestra crueldad muy sin medida: y otras vezes quando mas no podeys tan homildes os mostrays con palabras y lagrimas piadosas que el mas cruel fazeys compassible y manso: y mas vencimiento alcançan vuestras cautelas que»