«senyora ansi como quien te puede mandar te mande que fuesses mio: lo qual tu contradezir no podiste: y ante te diera la muerte si rehusaras mi ruego: por·ende ansi como en aquello me fueste obediente en descobrir la verdad no me seas enemigo y da lugar a·mi muerte y non a·los tormentos d·ella: pues ellos al fin te lo haran conoçer: y en el tu negar mala sperança tiene mi vida»