«nosotras qual mas su voluntad les contenta y sin verguença nj themor sin sentir pena piden gualardon de seruicios, y nosotras por no posponer aquella que nos enfrena sufrimos mil muertes de nuestra puerta adentro, y a quyen amamos desseando·le mas que el biuir damos mayores desdenes y dize·le la boca palabras que no le manda la voluntad, quantas vezes las grandes señoras costrenydas de·las fuerças de amor dexan de tomar aquel amante que en»