«vezes vemos desechar a·las grandes senyoras por sus menores sieruos: que nunqua Amor gouerna a los suyos por iustas leyes: mas antes muchas vezes lo muy auorrecido scoie y lo desseado auorrece: las cosas agenas se suelen dessear y depues que son ya suyas de quien las pide son en si quasi en nada tenidas. Quien duda saluo que aquella senyora que vos tanto mostrays agora amar que si ya vuestra fuera no tuuiera tal poder»