«lo que quieren. Y quando aquella sperança de·la hutilidat es perdida, es perdido el amor que aquesta es la propiadat suya del bienquerer jnteresado: y aquestas tales nunqua son bienaventuradas ni dignas, que descubiertas son aborrecidas desestimadas: y desdenyadas: porque no ay ninguno tan anjmoso que en·sus manos poner se ose. Que cierto es qu·el bueno a·de·ser remunerado y el malo ponjdo. Pues dixo la donzella: quales»