«los ojos al cielo nunca dexo de se acusar y llamar peccador fasta que fue la tormenta passada y buelta la serenidad del ayre: mas ni con toda su penitencia escapo de·la saña diuina que su fijo mismo le deseredo de sus reynos: su fijo mismo le quito la corona y le fizo morir con grande amargura: por que el pecar contra Dios ya es mucho mas graue y peor que el pecar contra el proximo:»