«mando llamar al triste rey su marido: y estando en su recuerdo en su entero juyzio y razon ordeno su testamento y le dexo por su heredero vniuersal absolutamente sin echar condicion alguna: y assi con muchas lagrimas se despidio d·el: y reçebidos los sacramentos con sobrada y desigual deuocion se fue para el otro reyno a reynar con mayor certidunbre mas llena gloria y perpetua seguridad que nunca reynara aca. Fino esta grande de reyna»