«del siempre deuer vençer. Los moros por la contra no podiendo mas suffrir: que el ahinco era tan grande que dormir no les dexauan: no sabiendo como ya defender·se: que los nuestros eran tan viuos tan despiertos en·el pelear tan sueltos en el ferir tan despachados en·el combater: tan nunca vencidos en·el porfiar que touieron por mejor pedir fabla que hauer se de perder tan sin partido. Fue contento el magnanimo»