«hay como el reyno de Sicilia: suplicamos por·ende a su alteza que si del derecho del reyno y tan vuestro gozar no quereys que del derecho a·lo menos de·la virtud de la deuda que a·la caualleria deueys de·la gloria que la fama os promete no perdays señor vuestra parte: que vuestra es hoy: y tan vuestra que saluo de vos no se espera el remedio: la fama vuestra la nombradia y vuestra»