«quien no menospreciara la dulcedumbre del mundo: yendo con·la boca abierta a·los bienes de·la vida eterna. Lee se en·la historia: e coronica del glorioso san Joan Euangelista que vnos ricos conuertidos por su predicacion: dexaron toda su hazienda. E despues viendo sus sieruos puestos en·la gloria del mundo: repintieron se de hauer dexado lo suyo: lo qual supo san Joan por reuelacion: e sabido puso se en oracion:»