«a recebir a su rey. Venian de alla de·la corte del eterno padre a festejar el eterno fijo y a pregonar las marauillas del eterno principe Cristo que de tan celestial tan ardiente y subido carmesi se hauia esse dia vestido por fauoreçer aquel tan firuiente desseo de martires que en sus caualleros los aragoneses hauia recreçido y luzido tan altamente quando al tiempo del pelear con los moros recurrieron al misterio de·la passion al tan diuino sacramento»