«çercadores. Llegado pues todo el poder de·la yglesia y del rey de Napoles fue tanta la gente que el rey don Carlos pudo çercar al mismo çercador de Gayeta: y del vn real al otro se fazian cada dia grandes fechos de armas: y los dos magnanimos reyes esforçauan tanto a·los suyos que turara demasiado qualquier de·los çercos: sino que reconocio el rey don Carlos que estaua en·el fecho contra su fama consçiencia»