«ni llanto, ni grito, ni dolor etcetera. E a .xxv. capitulos de Ysayas. Quitara Dios toda lagrima de qualquiere faz. E quitara el escarnio de su pueblo de toda la tierra. E diran aquel dia. Ahe Dios nuestro, esperamos le, e saluo nos. Este es el señor: suffrimos por el: e alegrar nos hemos en su saluador. O quanta alegria, quando no solamente en·el alma»