«sonauan al çielo jnuocando siquier llamando los inmortales dioses. Quanto dolor e cuytas del consumimiento de tan escogida mançebia alli era. Non pueden los estoriales sufiçiente mente o conplida por enxenplo representar tanto duro este debate que ya el dia terminaua su curso e la luz se partia de·la tierra quando la virgen Atalante que los dioses quisieron en tanta presura guardar maguer se pusiesen en·los mayores peligros. Aquella hora animosa mente firio el dañoso puerco»