«ni tomen audacia los eclesiasticos por su dignidad en hazer delictos no bien juzgando mas arguyendo muy falsamente lo de aquel canon que dize. Ningun sancto siquier prelado deue quedar en dubdo quando alcança el mas alto lugar de la dignidad: donde si fallescen los bienes ganados por merecimiento aquellos abastan que de la silla y su lugar vienen: la cathedra sube a su asiento los virtuosos o haze despues de alla subidos que sean tales? Y»