«aqui vnas colunas de marmol hechas y de otras piedras tales y tan grandes que de las ver era espanto: tenia la silla episcopal metropolitana era de Phenicia y suffraganeos eran los obispos de Sydon Baruto y acconense. Esta dignidad metropolitana era estendida fasta la Piedra dicha del desierto siquier al Castillo de·los Peregrinos. Delante la puerta de oriente quanto dos trechos de vna balesta se demuestra puesto entre las arenas el lugar donde Cristo Jesu siendo hablando a·las compañas»