«de argento, todo asy el honbre avaro adora los dineros, ca non cree que sea otro dios. Seneca dize: ninguna cosa se puede aconparar al onbre avariçioso, nin otra cosa non ha mejor sinon rogar a Dios que le de la muerte. Ezechia profeta dize: digas·me que te ayudan las riquezas, si la avariçia non te las dexa despender? Ca los dineros non fueron fechos que tu los soterases de yuso»