«que las mismas armas con que los vençimos tienen ya derecho sobre ellos: yran contra ellos como contra vençidos: siguamos pues la rica suerte que tan adelante nos va: mas al señor de·la suerte que es Dios que ser tan nuestro en nos fazer tan vençedores se muestra: que ya con ellos no podemos sino ganar: no podemos sino echar los del campo: y gozar del rico despojo que esperamos hauer. Que»