«y el destroço tan desigualado y estremo: catiuaron pocos a respecto de los tantos que mataron: bueltos con tan alegre vencimiento y triunfo al lugar donde partieron preguntaron por su capellan y quisieran comunicar siquier por dar gracias a Dios nuestro señor por la tan sobrada victoria que hauian alcançado: mas el sacerdote les dixo que no podia ser que las sanctissimas formas el las hauia escondido en cierto secreto lugar y enbuelto en los corporales: y»