«el furor de tu ciudad y monte sancto de Syon quitada: por nuestros pecados por nuestras maldades y de nuestros padres Jerusalem y la tierra sancta es ocupada de los infieles en vituperio de tus cristianos: pues ya señor Dios exaudece nuestras oraciones demuestra tu cara sancta sobre tu santuario el qual es desierto. Mira señor de tu alta silla dende tu assiento piensa de nosotros. O nuestro Dios y por ti mesmo inclina señor la tu»