«alma que pecare haura la muerte. Y en esta forma o stado nuestro seremos punidos por nuestras culpas y por las ajenas como pastores: y reciberemos la condenacion por el mal del pueblo: assi lo ha dicho Dios por el propheta. Si no hablares al malo que dexe su mal camino y se muriere en su maldad yo demandare la sangre suya de tus manos mismas. Qual mayor peligro se puede pensar ni qual discreto»