«aquell que indeuidamente a mandar se dispone. Mas di ombre no ombre, si cargo de mugeres te plaze, puesto que verdaderos fuessen quantos crimjnes de donas porias penssar, es njnguno de ygualar aquell porĀ·el qual dixo Dios. Yo me repiento de hauer fecho hombre. Por cierto no mas nosotros de malicia aconsejados, en son que olujdamos nuestros yerros, los suyos pequenyos fazemos muy grandes, los dudosos ciertos y los encubiertos publicos»