«y los enemigos le perdieron y los suyos le ganaron y los estraños le dexaron de acometer: y todos entendieron que Dios era con el: y la verdad y la justicia fauoreçian su partido. Ved quanto aprouecho el discreto y tan subido y esforçado remedio que el magnanimo fidelissimo y valiente aragones desperto: que si aquel no remediara todo era perdido: todo luego queda obligado al buen camarero don Pero Martinez de Bolea: que tan a peligro de»